Escudo y Bandera
Escudo
En campo de gules (rojo) muralla de oro mazonada de sable sumada de un castillo naciente del mismo metal, mazonado de sable y aclarado de azur. Al timbre corona Real cerrada.
Significado
Simboliza este escudo el antiguo castillo que existió en la villa que El Idrisi cita como Bitraws. Bien construido, bien poblado y dotado de altas torres. En 1155 fue conquistado a los moros por las tropas de Alfonso VII.
Bandera
Bandera rectangular de proporciones 2:3, formada por un paño de color rojo, cargado en su centro con un castillo de color amarillo, aclarado de azul, que ocupará 4/5 de su altura (batiente) y 2/8 de su anchura (vuelo), sostenido por una muralla, también amarilla, que ocupará todo el ancho de la bandera con una altura de 1/3 del batiente a la altura de las almenas, ambos mazonados de negro. A los lados del castillo en la mitad del espacio existente irán colocadas tres estrellas blancas, de ocho puntas, formando un triángulo equilátero, dos arriba y una abajo, de 1/10 de la altura del batiente, y por encima del donjón central del castillo, irá otra estrella gemela a las anteriores.
Justificación de la Bandera
La inclusión de las figuras y de los colores que hacemos constar en la bandera de Pedroche son como consecuencia del profundo estudio que hemos realizado de los diferentes aspectos de la villa pedrocheña: geográficos, históricos, humanísticos, etcétera.
El color rojo del paño, se justifica a causa de que el campo del escudo de la villa es de gules, por lo que en justa correspondencia el paño de la enseña de Pedroche debe de ser rojo.
Asimismo, el castillo y la muralla amarillos, también provienen de las armas de su escudo, y son el recuerdo de aquella fortaleza que fue destruida por los partidarios de Juana la Beltraneja durante la guerra civil surgida por la sucesión del trono castellano, en el año 1472. Es por ello por lo que ambos muebles deben figurar necesariamente en este tipo de banderas.
Las siete estrellas de plata, colocadas tres a cada lado del castillo formando un triángulo equilátero y la séptima surmontando el donjón central de la fortaleza, son la representación histórica de que en la Edad Media, y posterior, Pedroche fue la capital de la Comunidad de las Siete Villas de Los Pedroches. Una razón de peso tanto histórico como sentimental para que estas siete estrellas figuren con todo merecimiento en la bandera.
El color rojo del paño de nuestra bandera quiere significar el amor, la atracción y la fidelidad que el pedrocheño siente por su tierra, de la que emigra, pero a la que no olvida y espera la llegada de tiempos más propicios para regresar a ella.
Solo a título de curiosidad, para que veamos las enseñanzas que quieren imbuirnos estas ciencias, el color rojo significaba en las antiguas armerías, de entre las virtudes: la caridad (el amor); de entre las cualidades mundanas: la valentía, la nobleza, la magnanimidad, el valor, el atrevimiento y la intrepidez, la alegría, la victoria, el ardid, la generosidad, el honor, el furor y el vencimiento con sangre. Los que traen este color están obligados a socorrer a los que se encuentran oprimidos por la injusticia, según nos explica Francisco Piferrer.
El color amarillo, de la fortificación que en la bandera figura, significaba entre las cualidades contenidas en los viejos tratados de armas, las virtudes de la justicia, la benignidad y la clemencia. Entre las cualidades mundanas, la nobleza, la caballería, el esplendor, el poder, la constancia y la alegría, entre otras. Por eso, los que lucían este color en sus emblemas, estaban obligados a hacer bien a los pobres, y a defender a sus príncipes, peleando con ellos hasta derramar la última gota de su sangre.
El color blanco de las siete estrellas quiere significar la pureza de estos ambientes aún no contaminados por el aire corrosivo, viciado y venenoso de las grandes urbes. En las armerías, la plata era tenida por los viejos heraldistas en los antiguos armoriales como el símbolo de la Luna.
Entre las virtudes teologales encarnaba la fe, las cualidades humanas de la pureza, celo, integridad, obediencia, firmeza y gratitud. Los que traen este color en sus armas están obligados a defender a las doncellas y a amparar a los huérfanos.
Este símbolo que representará de aquí en adelante, junto al escudo de armas que ya posee, a la villa de Pedroche, interpreta fielmente y con rigor histórico las aspiraciones y los sentimientos del pueblo pedrocheño.